Al borde del suicidio, la señora Diplissa canturrea viejas canciones que unifican los pasados. El señor Diplissa convence a Groucho Marx para que contemple su colección de sellos y de reliquias de socialistas utópicos.
- ¿Quiere usted ver un rizo de Owen? ¿la dentadura postiza de Proudhon? ¿unos calzoncillo de felpa de Fernando Garrido? ¿unas zapatillas de hule de Anselmo Lorenzo? Poseo la mejor colección del mundo y una última pieza excepcional: la gafas rotas del malogrado presidente Allende.
- ¿No tendrá por casualidad el fumigador de yodo del Ché?
(Cuestiones Marxistas, 1974)

Manuel Vázquez Montalbán nos dejó esta hilarante novela, enmarcada dentro de aquella literatura que bautizó como "subnormal" , hace ya casi medio siglo. Y en el albor del veinte aniversario de su fallecimiento hemos querido honrar su memoria de la mejor manera posible, con el rescate de esta obra que nos trae reflexiones, sabores y sinsabores, recuerdos, paradojas y frescura para hablar del mal y del bien, del comunismo allá en el cielo como en la tierra, todo maridado con los hermanos Marx (también el Carlos) y hasta con Engels y San Pedro. Esperamos disfruten de este texto donde la ironía se convierte en una válvula de escape al capitalismo, al que Manuel Vázquez Montalbán se refería así "Es capitalismo todo lo
que tocamos y respiramos"